Henry Mintzberg, profesor de la
Universidad McGill de Montreal, Canadá, con el estilo irreverente y mordaz que
lo caracteriza, fundamenta la necesidad de su trabajo con las siguientes
palabras:
"...dado el cariño que los norteamericanos han
tenido al directivo durante más de un siglo, desde Horacio Alger hasta Lee
Iacocca, es sorprendente lo poco que se ha estudiado lo que los directivos
hacen en realidad. Al igual que otros miles de estudiantes de la época, yo hice
el Master en Administración de Negocios (MBA), una carrera ostensiblemente
diseñada para preparar directivos, sin cuestionar el hecho de que nadie trató
de manera seria lo que los directivos hacían realmente. Imaginarse un programa
de medicina sin un sólo comentario sobre
el trabajo del médico. Cierto que no faltó material sobre lo que los directivos
deberían
hacer... Desgraciadamente, a falta de un
conocimiento real del trabajo de dirección, gran parte de estos consejos han
resultado ser falsos e inútiles...”.
Más adelante Minztberg señala que, las cuatro palabras (planificación, organización, coordinación y control) que han dominado el vocabulario de la dirección desde que el industrial francés Henry Fayol las introdujo por primera vez en 1916, no dicen mucho sobre lo que los directivos hacen en realidad. "Con mucho, indican ciertos objetivos ambiguos que tienen los directivos cuando trabajan.." declarando que su intención con el trabajo es "...separar al lector de las palabras de Fayol e introducirse en una descripción del trabajo de dirección: más sostenible y que yo creo más útil.." (Minztberg, pp. 5-7).
Más adelante Minztberg señala que, las cuatro palabras (planificación, organización, coordinación y control) que han dominado el vocabulario de la dirección desde que el industrial francés Henry Fayol las introdujo por primera vez en 1916, no dicen mucho sobre lo que los directivos hacen en realidad. "Con mucho, indican ciertos objetivos ambiguos que tienen los directivos cuando trabajan.." declarando que su intención con el trabajo es "...separar al lector de las palabras de Fayol e introducirse en una descripción del trabajo de dirección: más sostenible y que yo creo más útil.." (Minztberg, pp. 5-7).
Para su investigación,
Minztberg observó "cronómetro en mano", lo que realmente hicieron
durante una intensa semana cinco directivos generales, de una firma consultora
importante, un hospital famoso, una escuela, una firma de alta tecnología y un
fabricante de bienes de consumo.
Los resultados principales de
su investigación, que complementó con los de otras investigaciones, las
presentó en forma de confrontación con lo que consideró "cuatro mitos sobre el trabajo de un directivo que no se sostienen
bajo un escrutinio cuidadoso de los hechos".
Por su importancia, se presenta
a continuación un resumen de las
conclusiones principales a las llegó Minztberg:
1- Mito. El directivo es
un planificador reflexivo y sistemático.
Hechos: un estudio tras otro han demostrado que los
directivos trabajan a un ritmo incesante, que sus actividades se caracterizan
por la brevedad, variedad y discontinuidad, que están fuertemente orientados
hacia la acción y que no les gustan las actividades reflexivas. La mitad de las actividades de los directivos
de mi estudio duraron menos de nueve minutos y sólo el 10% sobrepasaron una
hora.
2- Mito. El directivo
eficaz no tiene que realizar obligaciones rutinarias con
regularidad.
Hechos.
Además de tratar las excepciones, el trabajo
de dirección implica la ejecución de varias obligaciones regulares, incluyendo
los rituales y ceremonias, negociaciones y procesar información
"blanda" que enlaza a la organización el entorno. En mi estudio
descubrí que ciertos deberes ceremoniales - atender visitas de clientes
importantes, entregar relojes a empleados, presidir cenas- formaban parte
intrínseca del trabajo del director general. Los estudios demuestran que los directivos desempeñan un papel clave en
la obtención de información "blanda" del exterior (mucha sólo
accesible a él por su status).
3- Mito. El alto
directivo necesita que la información esté resumida, lo que se consigue mejor
mediante un sistema formal de información para la dirección.
Hechos.
Los directivos prefieren los medios
orales, es decir, llamadas telefónicas y reuniones o contactos. En dos estudios
británicos los directivos dedicaron un promedio del 66 al 80% de su tiempo en
comunicaciones orales. En mi estudio dio una media del 78%. Los directivos
favorecen la información "blanda", especialmente las murmuraciones,
rumores, y especulaciones. (los rumores de hoy pueden ser los hechos de
mañana).
4- Mito. La dirección es
o por lo menos, se está convirtiendo rápidamente en una ciencia y
una profesión.
Hechos. Según cualquier definición de ciencia y profesión, esta afirmación es
falsa. Una ciencia implica la promulgación de unos procedimientos o programas
sistemáticos cualitativamente determinados. Sí, ni siquiera sabemos qué
procedimientos utilizan los directivos ¿cómo podemos describirlos por medio de
un análisis científico?. Los "programas" de los directivos permanecen
profundamente en sus cerebros y para describirlos dependemos de palabras como
juicio e intuición.
Mintzberg señaló que los
directivos que observó no podían distinguirse mucho de sus semejantes de hace
100 años. "La información que
necesitaban era diferente, pero la buscaban de la misma manera, de palabra...
el ordenador, tan importante para el trabajo especializado, aparentemente no
tenía ninguna influencia sobre los procedimientos de trabajo de los directores
generales. El directivo está sobrecargado de obligaciones...La brevedad,
fragmentación y comunicación oral caracterizan su trabajo..."
Finalmente, plantea que el
trabajo del directivo se puede describir en función de diversos "papeles
(roles)" o conjuntos organizados de comportamiento y que son los
siguientes:
Papeles
interpersonales
- Representante (de la entidad, del
colectivo, de los accionistas)
- Líder (motivar y animar a los subordinados)
- Enlace (de su entidad con el entorno y hacia adentro)
- Líder (motivar y animar a los subordinados)
- Enlace (de su entidad con el entorno y hacia adentro)
Papeles
informativos
(Según Mintzberg, recibir y comunicar
información es tal vez el aspecto más importante del trabajo de un directivo)
- Monitor (buscar información
"afuera" y "adentro")
- Difusor (distribuye información a la organización)
- Portavoz
- Difusor (distribuye información a la organización)
- Portavoz
Papeles
decisorios
- Emprendedor (mejoría de su unidad,
adaptarla a los cambios
del
entorno)
- Resolver problemas
- Asignador de recursos
- Resolver problemas
- Asignador de recursos
Minztberg concluye planteando
que debería estar claro que los diez papeles que ha estado describiendo no se
pueden separar fácilmente, forman un todo integrado, lo que no quiere decir que
todos los directivos presten igual atención a cada papel: los directivos de venta,
preferentemente juegan papeles interpersonales; los de producción , los
decisorios; y los de staff, los informativos.
El trabajo de Mintzberg es
frecuentemente reseñado en los principales textos de Administraciòn que se
utilizan en América Latina (licenciaturas y maestrías) y en universidades
norteamericanas. No obstante, Koontz y Weirich, al parecer no le perdonan a
Minztberg su irreverencia con las "funciones" de la administración, a
las que el canadiense llama "folklore".
"Si
Mintzberg ha tratado de eliminar esta clasificación de primer nivel (punto que
ha negado en conversaciones con uno de los autores) difícilmente se le puede
tomar en serio...la muestra de su investigación es demasiado pequeña...muchas
de las actividades que Minztberg encontró son, de hecho, evidencias de
planeación, organización, integración, dirección y control. (Koontz,
p.28).
Hampton (pp.22-31) le da otra
solución a esta polémica. Describe la planeación, organización, dirección y
control, como "procesos gerenciales", y presenta una descripción amplia
de todo el trabajo de Minztberg bajo la denominación de "actividad del trabajo gerencial".
Unos años después del trabajo
de Minztberg, John Kotter, profesor de la Escuela de Administración de Harvard
estudió durante dos años al comportamiento de 15 gerentes generales en EEUU.
Algunas de sus observaciones fueron las siguientes:
- Pasaban la mayor parte del
tiempo con otros, conversando y
escuchando. Algunos invertían el 90% de su tiempo de trabajo en esto.
- Estas personas no sólo incluían a
subordinados y jefes directos, sino también a subalternos de subordinados,
clientes o proveedores, relacionados con su compañía o no. Prescindían de la
"cadena de mando".
- Era muy amplia la gama de temas que
trataban con estas personas. No se limitaban a planeación, estrategia de
negocios, dotación de personal, y otras actividades de "alta dirección”,
hablaban prácticamente de cualquier cosa y contenían abundantes bromas, chistes
y cuestiones ajenas al trabajo.
- En estas conversaciones, los gerentes
formulaban muchas preguntas.
- Rara vez parecían tomar "grandes
decisiones", ni impartían órdenes en el sentido tradicional, casi nunca
decían a los demás lo que tenían que hacer.
Kotter llega a las siguientes
conclusiones:
- Los buenos gerentes generales crean y
modifican las "agendas de trabajo", que engloban metas y planes para
su organización utilizando múltiples vías, la principal son los contactos
personales.
- Desarrollan y utilizan "redes"
de relaciones, que le proporcionan información y cooperación en el cumplimiento
de su programa de trabajo.
- El conocimiento técnico especializado y la
gama de patrón de contactos que producen eficacia no son generalizables, ni transferibles, de una organización a otra,
como muchos piensan.
Otro enfoque: Rosemary Stewart
considera que cualquier puesto de directivo tiene tres características
generales: exigencias (establecer
criterios de desempeño,procedimientos de control, etc.); restricciones (limitaciones de recursos, restricciones legales,
organizacionales, tecnológicas), y decisorias
(qué debe hacerse, cómo, quién, dónde).
En resumen, lo que debe hacerse (exigencias), los factores que limitan lo que puede hacerse (restricciones), y selección de alternativas (decisiones).
En resumen, lo que debe hacerse (exigencias), los factores que limitan lo que puede hacerse (restricciones), y selección de alternativas (decisiones).
Stoner, (pp.7-9) en el epígrafe
"¿Qué hacen los aministradores?", prefiere
"especificar más a fondo lo que son"
señalando que los directivos:
- trabajan con y por
medio de otras personas;
- son responsables y deben asumir la responsabilidad de los resultados (verifican que las tareas se cumplan, controlan, evalúan);
- equilibran metas que rivalizan y establecen prioridades (en asignación de tareas y recursos),
- deben pensar en forma analítica y conceptual (saber dividir los problemas en sus componentes, analizarlos y llegar a soluciones factibles, y ser capaz de ver la tarea en forma abstracta y relacionarla con otras),
- son responsables y deben asumir la responsabilidad de los resultados (verifican que las tareas se cumplan, controlan, evalúan);
- equilibran metas que rivalizan y establecen prioridades (en asignación de tareas y recursos),
- deben pensar en forma analítica y conceptual (saber dividir los problemas en sus componentes, analizarlos y llegar a soluciones factibles, y ser capaz de ver la tarea en forma abstracta y relacionarla con otras),
- son mediadores
(resuelven conflictos que surgen dentro de la organización), son políticos (crean relaciones y se
sirven de la persuasión y el compromiso), son diplomáticos (representantes oficiales de sus entidades), son símbolos (personifican éxitos y
fracasos),
- toman decisiones difíciles.
Y concluye Stoner, "...los gerentes han de cambiar de rol
frecuentemente... la capacidad de reconocer el papel que debe
desempeñarse y saber cambiarlo fácilmente, es una característica del gerente
eficaz.."
Otro aspecto en el que se han
producido nuevos enfoques es en el propio contenido y objetivos de la
capacitación de directivos. A los aspectos clásicos de cualquier proceso de
enseñanza-aprendizaje como son: ¿qué debe saber?
y ¿qué debe saber hacer? se ha incorporado
otro nuevo ¿qué debe saber ser?, que
se define como "...la capacidad que
tiene una persona para desarrollar las actividades pertinentes en función de su
medio ambiente de trabajo..." y que se representa como una interacción
entre el "saber" y "saber hacer", con la identidad profunda
del individuo (carácter, temperamento, motivación, ideología), con las demandas
de su entorno y de los cambios. (Fiol).
Entre los objetivos principales
que se persiguen con este enfoque están: permitir al ejecutivo adaptarse mejor
(ahora y en el futuro), a las actitudes requeridas por el puesto, y facilitar
su movilidad para puestos que requieran otras combinaciones de actitudes.
En este enfoque, la capacitación
(como desarrollo de habilidades y de actitudes) se desarrolla alrededor de los
denominados "cuatro ejes" con "ocho actitudes relacionales"
como son: eje dirigido- autónomo (trabaja en la formación de
aptitudes y actitudes para trabajar en ambos extremos); eje individual- colectivo (desarrollo de aptitudes para trabajar en
forma independiente y en colectivo); eje
directivo-delegación (preparase para dar instrucciones, imponer decisiones
y asumir resposanbilidades, pero también para compartir autoridad con
colaboradores), y finalmente el eje
abstracto-concreto (desarrollar capacidades para la reflexión,
modelización, para ver el "todo" y sus interrelaciones y al mismo
tiempo para aplicar las capacidades a acciones concretas.
Referencias Bibliográficas:
Codina, A. ¿Qué hacen los directivos y qué habilidades necesitan
Para un trabajo efectivo? .Resumen y Análisis de Investigaciones.
Disponible en: www.sld.cu/galerias/doc/sitios/infodir/doc_6.doc

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