miércoles, 27 de noviembre de 2013

Cambios en el entorno empresarial

Desde inicios de la década de los 70, se empiezan a producir cambios importantes en el entorno en que se mueven las organizaciones en los países desarrollados.
A diferencia de otras épocas de grandes cambios como la Revolución Industrial, promovida por la máquina de vapor, en esta ocasión los cambios son más amplios y profundos, abarcan virtualmente a todas las esferas de la actividad (investigación-desarrollo, producción, comercialización, comunicaciones, finanzas, política) y su trascendencia y profundidad influyen "horizontalmente" en todos los procesos circundantes.

"Desde la primera crisis del petróleo de 1973, las empresas operan en un entorno constreñido, altamente competitivo, en turbulencia económica y social, dentro del cual el cambio ha dejado de ser un accidente del trayecto, volviéndose discontinuo y en gran parte imprevisible. Lo que desde 1974 se llama "la crisis" se revela ser cada vez más, en Europa por lo menos, como una transformación estructural del entorno económico, competitivo y socio-cultural. Estas modificaciones profundas fuerzan a la empresa a revisar sus opciones estratégicas y a redefinir sus prioridades" (Lambin, p.20).

Se han producido cambios profundos en los procesos productivos. La tasa de innovación tecnológica es la más acelerada de la historia humana. Si hace una década se consideraba que la humanidad era capaz de producir un volumen de conocimientos equivalente al acumulado hasta esos momentos en un período de 8-10 años, actualmente en algunas ramas (electrónica y computación, entre otras) esto se ha reducido a 1,5- 2 años.

El surgimiento y rápida difusión de los avances de la biotecnología, la ingeniería genética, la microelectrónica, las telecomunicaciones, la robótica, entre otros, han propiciado el rápido surgimiento de nuevos productos y la acelerada obsolescencia del "ciclo de vida" de los existentes. Entre el 40-60% de los surtidos de producción de las empresas punteras han surgido en los últimos 4-5 años.

Los avances en las telecomunicaciones y los medios de transporte, han acelerado el desarrollo del comercio internacional, lo que ha propiciado la denominada "homogenización" de los mercados (Ohmae dice que los jóvenes japoneses se visten igual que los de Europa y EEUU) y acrecentado el nivel de competencia en los mercados. Han surgido fuertes competidores de las potencias tradicionales. Japón y los "cuatro tigres" (Taiwán, Surcorea, Hon Kong, y Singapur) presentan balanzas comerciales positivas con EEUU y Europa.

La "civilización de las chimeneas" que ha dominado la tierra durante décadas ha sido reemplazada por la "sociedad del conocimiento". El sector de los servicios produce más del 80% del PIB de EEUU y en Europa sucede algo parecido. La economía mundial se globaliza y se acentúa la formación de polos económicos. (Toffler).

Se utilizan diferentes teorías para explicar estos cambios: la  teoría de los "ciclos largos" de Kondratiev (Drucker), la de Marchetti (Lambin, p. 23), la "crisis de paradigmas" de la "Estructura de las Revoluciones Científicas" de Kuhn (Peters, p.67), la "tercera ola" de Toffler. 

Todo esto ha impactado en los enfoques que sobre la administración han prevalecido durante décadas. Ante estas incertidumbres algunos especialistas se preguntan: ¿Cómo ser eficiente en esas condiciones? ¿En qué funciones debe concentrarse el gerente? ¿Qué capacidades debe enfatizar? ¿Cuál es el perfil del gerente de excelencia para la nueva década? ¿Cómo formar los gerentes deseables?. (Kliksberg).

Ya a inicios de los 70, uno de los especialistas en administración más connotados desde los años cincuenta, Peter Drucker había señalado: "..Hacia fines de la década de 1960 o principios de la del 70,comenzaba a verse claramente que el conocimiento en que se basaba el boom de la administración ya no bastaba. Incluso en la mayoría de las áreas básicas se manifestó la necesidad de nuevos conocimientos... La administración científica ya no podía aportar una mayor productividad..." (Drucker, 1973, p.20).

En estas “nuevas realidades”, los enfoques y paradigmas que durante años han orientado la práctica gerencial se han puesto en crisis. Las ventajas de las "economías de escala", propiciadas por las grandes capacidades productivas, se cuestionan por las "producciones flexibles", que en unidades productivas más pequeñas pueden adaptarse con más celeridad a los cambios del mercado. Los "bajos costos" que tenían el éxito asegurado, se cuestionan por conceptos como "utilidad para el cliente", "nichos del mercado”, diferenciación de productos. (Peters, p. 68).

Se revolucionan los conceptos de marketing, ya no se trata de "vender lo que se produce" sino "producir lo que se puede vender". Las estructuras jerárquicas y los manuales de organización se sustituyen por "estructuras planas", flexibles,  por "indicaciones generales" y "grupos autónomos".

Como respuesta a esto, en las últimas dos décadas han surgido nuevas "escuelas" y enfoques sobre la administración: la Teoría Z de Ouchi, la excelencia de Tom Peters, la competitividad de Michael Porter, el "enfoque de contingencia" (ninguna teoría es la mejor, depende de las circunstancias), la "calidad total", el enfoque estratégico. Sin embargo, como dice Tom Peters, “..las escuelas de administración de empresas no dirigen al país. Los directivos sí...” (Peters, p. 62).

Las respuestas a la pregunta ¿qué hacen realmente los directivos? y, a partir de aquí, ¿qué habilidades deben desarrollar para un trabajo efectivo?, adquiere una significación particular en las nuevas condiciones

Referencias Bibliográficas:
Codina, A. ¿Qué hacen los directivos y qué habilidades necesitan
Para un trabajo efectivo? .Resumen y Análisis de Investigaciones. 

Disponible en: www.sld.cu/galerias/doc/sitios/infodir/doc_6.doc

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