Funciones administrativas o Gerenciales
Alcanzar objetivos
organizacionales mediante la coordinación de los esfuerzos individuales de
otros, no es un proceso que pueda dejarse al azar. Requiere la realización
sistemática de un conjunto de actividades que suelen agruparse en varias
funciones administrativas o gerenciales.
Hace casi un siglo
Henry Fayol estableció cinco funciones administrativas: planeación,
organización, dirección, coordinación y control. Con el correr del tiempo y el
desarrollo del pensamiento gerencial, las citadas funciones han quedado
reducidas a cuatro. La mayoría de los autores señalan las funciones de
planeación (o planificación), organización, dirección (o liderazgo, o
motivación) y control: Robbins (op.cit.,
p.4); Gibson, Ivancevich y Donelly (2001, pp. 17-21) y Hersey et
alt. (op. cit.,
pp. 10-11).
Menos frecuente es la
desagregación de las funciones gerenciales en un número mayor, como es el caso
de Kast y Rosenzweig. (op.cit.,
pp. 420-425), quienes presentan seis funciones: fijación de objetivos,
planeación, integración de recursos, organización, aplicación (implementación)
y control.
Revisemos las cuatro
funciones típicas del quehacer gerencial.
Planeación
Es el punto de
partida del proceso administrativo, incluye el establecimiento de objetivos y
metas, y el diseño de estrategias para alcanzarlos. Los resultados de esta
operación marcan el rumbo de la organización: en esa dirección se encaminan los
esfuerzos de sus miembros.
Organización
Esta función
operacionaliza y da sentido práctico a los planes establecidos. Abarca la
conversión de objetivos en actividades concretas, la asignación de actividades
y recursos a personas y grupos, el establecimiento de mecanismos de
coordinación y autoridad (arreglos estructurales) y la fijación de
procedimientos para la toma de decisiones.
Dirección
Es la activación,
orientación y mantenimiento del esfuerzo humano para dar
cumplimiento a los planes. Incluye la motivación de las personas para la
realización de sus labores, la instauración de un liderazgo como guía, la
coordinación de los esfuerzos individuales hacia el logro de objetivos comunes
y el tratamiento de conflictos.
Control
La función de control
busca asegurar que los resultados obtenidos en un determinado momento se
ajusten a las exigencias de los planes. Incluye monitoreo de actividades,
comparación de resultados con metas propuestas, corrección de desviaciones y
retroalimentación para redefinición de objetivos o estrategias, si fuera
necesario.
Roles gerenciales
El enfoque inspirado
por Fayol indica con poca precisión lo que los gerentes realmente hacen.
Sugiere que el gerente planifica de manera reflexiva y sistemática, que un
gerente eficiente no se ocupa de actividades rutinarias, que sus decisiones se
apoyan en un sistema formal de información y que habitualmente actúa basándose
en métodos, técnicas y procedimientos científicos.
Henry Mintzberg, a
finales de la década de los 60, intentó demostrar que esa visión no era muy
cierta ni muy útil. Este investigador hizo evidente que los gerentes trabajan
sin tregua, en actividades breves, discontinuamente, orientados a la acción y
en forma poco reflexiva. Realizan, además, actividades rutinarias, buscan
información por medios no formales y, muy frecuentemente, apelan a su buen
juicio o a su intuición en la toma de decisiones.
Para Mintzberg, un
gerente, de cualquier nivel, ejerce una autoridad formal. Ocupa por lo tanto un
status o posición social desde donde debe interactuar con otras personas. De
tales interrelaciones surge un flujo de información que permite la toma de
decisiones en la organización o la unidad que dirige.
Así, Mintzberg (1986,
pp. 55-67), estableció diez roles que todo gerente desempeña cotidianamente.
Los agrupó en tres conjuntos:
Roles
interpersonales
Estos papeles están asociados
con la interacción del gerente con otros miembros de la organización:
superiores, subordinados, iguales y personas externas a la organización.
1. Figura
ceremonial: como “cabeza” de la organización o la unidad, la
representa formal y simbólicamente tanto interna como externamente
2. Líder
motivador: como responsable del trabajo de las personas que
integran su organización o su unidad, el gerente tiene autoridad para
contratar, adiestrar, motivar y retroalimentar a los trabajadores, además de
conciliar las necesidades individuales de sus subordinados con las de la
organización
3. Enlace:
como representante de la organización o unidad, el gerente establece contactos
al margen de la cadena formal de mando. Tales interacciones le brindan la
posibilidad de obtener información útil para la toma de decisiones.
Roles
informativos
Son los roles
relacionados con la recepción, procesamiento y transmisión de información. La
posición del gerente en la jerarquía organizacional le permite tejer una red de
contactos (externos e internos) que le da acceso a información a la que, por lo
general, no acceden los otros integrantes de su equipo.
1. Monitor:
recoge información tanto interna como externa, gracias a la red de contactos
personales. Una buena parte de esa información le llega de manera verbal e
informal.
2. Diseminador:
comparte y distribuye entre los miembros de su organización o su unidad
información útil proveniente de sus contactos externos.
3. Vocero:
envía información a personas ajenas a su organización o unidad. En otras
palabras, transmite información desde su organización al entorno o desde su
unidad a otras instancias de la organización.
Roles
decisorios
Es un conjunto de
obligaciones y derechos vinculados con la toma de decisiones. El gerente
utiliza la información disponible para fundamentar la escogencia de opciones
entre diferentes alternativas.
1. Emprendedor: genera
iniciativas para adaptar la organización o unidad que dirige a las cambiantes
condiciones del entorno. Por lo general, los proyectos que gerencia son varios
y normalmente se encuentran en distintas etapas de desarrollo.
2. Manejador
de perturbaciones: atiende alteraciones imprevisibles que generan
alta presión en el seno de su organización o unidad: conflictos internos,
bancarrota de un cliente importante, desastres o accidentes, por ejemplo.
3. Distribuidor
de recursos: asigna recursos de distinta naturaleza al interior de
la organización o unidad. Quizás el recurso más importante sea su propio tiempo.
Este papel también tiene que ver con la autorización de decisiones de otros y
con la necesidad de garantizar la coherencia de tales decisiones con la
estrategia general de la unidad organizativa que dirige.
4. Negociador:
atiende y negocia situaciones de competencia o conflicto, tanto internamente
(en el seno de la organización o la unidad que dirige) como con entes externos
a su unidad organizativa.
Esta forma de ver el
trabajo de los directivos es de mucha utilidad cuando se trata de determinar
las habilidades que un gerente potencial o en ejercicio debe desarrollar para
garantizar eficiencia en su desempeño.
A pesar de los años
transcurridos desde que Mintzberg hizo públicos sus hallazgos, sus
planteamientos siguen teniendo vigencia, como lo demuestra la referencia que de
ellos hacen autores contemporáneos como Robbins (op. cit., pp. 5-7), Hersey et
alt. (op. cit.,
pp. 11-12) y Gibson et alt. (op.
cit., p. 18)
Habilidades
gerenciales
Para el cumplimiento
eficiente de sus funciones o el desempeño exitoso de sus roles, el gerente
necesita desarrollar determinadas habilidades. Robert Katz (1986, pp. 43-54),
en un trabajo que sigue siendo de obligatoria referencia, determinó que los
directivos deben desarrollar tres tipos de habilidades.
Habilidad
técnica
Hace referencicia a
los conocimientos especializados en el área específica de trabajo (obtenidos
por el estudio y/o la experiencia), y a la capacidad para analizar problemas
mediante el uso de herramientas y técnicas de esa especialidad.
Habilidad
humanística (sensibilidad)
Es el conjunto de
aptitudes necesarias para relacionarse con otras personas y trabajar en grupos
hacia el logro de objetivos comunes. Incluye el autoconocimiento (conciencia de
sus propias actitudes, posiciones y conceptos), la empatía y las habilidades
para la comunicación.
Habilidad
conceptual
Es la capacidad para
entender la organización como un todo (en términos de sistemas), para leer el
entorno y para diseñar nuevos modelos de organización y conducción.
Katz determinó que la
importancia relativa de estas habilidades varía según el nivel gerencial. En
términos generales, la habilidad técnica es crucial en los niveles inferiores
de mando (supervisores). Y pierde relevancia a medida que se asciende en la
jerarquía organizacional. Con la habilidad conceptual sucede lo contrario: su
importancia se acrecienta mientras más elevado sea el nivel del directivo. La
habilidad humanística es esencial en todos los niveles, aunque parece tener
mayor importancia en los niveles más bajos, donde es más frecuente la
interacción entre gerentes y subordinados.
Este planteamiento
sugiere que para la selección, colocación y capacitación de directivos, debe
tenerse como referencia el nivel en el cual actuará, para determinar qué tipo de
habilidad fundamental requiere.
Transcurrido medio
siglo desde la aparición, en 1955, del artículo de Katz en Harvard
Bussines Review, sus planteamientos aún son citados con respeto por
autores contemporáneos como Hersey et alt. (op.
cit., p. 15), Robbins (op.
cit., p. 5) y Davis y Newstrom (op.
cit., pp. 195-196).
Referencias Bibliográficas:
Referencias Bibliográficas:
Pernalete, D. Liderazgo y Gerencia.
Disponible en: http://manuelgross.bligoo.com/20120809-el-oficio-de-gerente-funciones-roles-habilidades-y-comportamiento


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